Espace Perecito



De chico, cuando me enfermaba, mi vieja siempre me compraba revistas y libros para que me entretuviera mientras no podía salir de la cama.
Así fue que llegó a mis manos ese libro que se llamaba "La era de la comunicación". Un libro ameno para el niño ávido de información. Dentro de sus tapas duras y con más ilustraciones que textos, el susodicho contaba un poco la historia de los métodos de comunicación y sus funcionamientos. Desde el inicio hasta la época. Y en el último capítulo, lo que más me llamaba la atención, una visión del futuro: un dibujo de una persona sentada en un sillón de diseño, que hablaba con otra persona - que estaría en otra parte del mundo - a través de una pantalla. Como en las películas de ciencia ficción. Y nosotros en casa todavía no teníamos teléfono.
Durante los años 1982 y 1983 las cosas cambiarían radicalmente. Argentina se rendía en una guerra estúpida en la cual habían muerto un montón de pendejos de 18 años, la dictadura militar se veía obligada a ordenar la retirada, la selección nacional quedaba descalificada en el campeonato mundial de España y en casa llegaba el teléfono. Después la democracia, el secundario. Y ahí me veo en la casa del Tanito Bevacqua, frente a una Commodore 128, jugando a los video juegos. Agarrando con la mayor de las delicadezas ese joystick, como si fuera de papel de arroz. cinco minutos duró esa primera experiencia mano a mano con la tecnología. Después que la máquina me dijo Game Over, no quise volver a jugar. Tenía mucho miedo de cagarla. Y esas cosas eran carísimas.
De vuelta en casa, durante una comida, comenté el hecho de que el Tano tenía una Commodore. No obtuve ni la más mínima respuesta al respecto. Como si no hubiera hablado. Era obvio. Hacia muy poco tiempo que habíamos cambiado el televisor blanco y negro por uno de color. Ya no estábamos en situación de más modernización hogareña.
La escuela pública trataba de cubrir este agujero en nuestro saber, de solucionar esta ignorancia tecnológica, impartiendo un curso obligatorio de mecanografía. Durante dos horas a la semana, 35 adolescentes argentinos luchábamos por romper la velocidad de 60 palabras por minuto, contra unas máquinas de escribir Remington, versión beta, que debe haber traído Sarmiento cuando fue presidente de la Argentina por los años 1860.
Todos sabíamos muy bien que del otro lado de la puerta, allá en el mundo real, estaba el presente: las máquinas de escribir eléctricas, las IBM, las Atari.
Fue a principios de la década de los '90 cuando logré hacer contacto más fluido con las computadoras. Estaba en la facultad de Ciencias Económicas estudiando para Contador Público. Una carrera horrible para hacer un trabajo horroroso por el resto de tu vida, con el cual se suponía que podías hacer un buen billete. Miles de estudiantes quemándose las pestañas por un fin tan noble. Todos queriendo ser competitivos para entrar en el mercado laboral regido por las nuevas políticas neoliberales impuestas en el país. Pero para esto había que actualizarse. Y actualizarse era saber manejar una computadora. Con este objetivo, pero más por un alto grado de curiosidad, me inscribí en los cursos que dictaba el Centro de Estudiantes de la facultad.
El primero: DOS. El segundo: Lotus Básico.
Como no tenía PC en casa, detuve de golpe mi alfabetización cibernética porque no tenía manera de practicar este nuevo lenguaje. Tampoco había entendido un pomo de Lotus. Ni de cómo funcionaba, ni de por qué funcionaba. Además, el último año, mientras cursaba materias como Derecho Laboral o Impuestos I, en vez de tomar apuntes de las clases, hacía mis ejercicios de armonía. No tenía caso continuar.
Mudé mis inquietudes estudiantiles hacia la Escuela de Música Popular de Avellaneda. Al principio hubo una pausa. Estaba más preocupado en meter bien los dedos sobre la guitarra que sobre el teclado de una PC. Salvo un acercamiento para chusmear alguna que otra pedalera de efectos, mi vida transcurría entre cuerdas, hojas pentagramadas, lápices, cassettes y fotocopias de libros de música. Lo que se dice: analógico.
Luego, Claudio Ceccoli me pasó una vieja AT con monitor color ámbar, Windows 3.1, disco rígido de 20MB, disquetera floppy de 5,25'' y un primitivo Cakewalk.
Esa vieja máquina fue el debut de mi perdición por todo estos tipos de aparatos. Ahí compuse, escribí y escuché con un sonido horripilante de 8 bits "Irresponsabilidad ilimitada".
Más tarde, pidiendo plata prestada, compré una Pentium II con Windows 95, monitor color, la posibilidad de grabar audio con la tarjeta de sonido Sound Blaster y una grabadora de cd's. Era el más moderno del barrio.
Cakewalk, Soundforge y Cool Edit Pro eran los íconos próceres en el escritorio.
Con Agustín Ronconi editamos el primer disco de Arbolito. Jorge Retamoza cayó en casa con un cassette de viejas grabaciones de Rovira para pasarlas a cd. Mi amigo entrañable Fernando "Perro" Giardini grabó en un MiniDisc su disco solista de guitarra, que luego editamos y replicamos en casa. El Pilu Camacho hacía sus compilaciones de bases de temas en cd para laburar.
Después vino todo el resto: Windows 98, USB, Firewire, Mac, etcétera, etcétera, etcétera.
Pero de esa primera etapa, recuerdo la vez que Hermeto Pascoal visitó la escuela de música. Para todos los que estuvimos presente, esa hora con uno de los músicos más grosos de la historia fue emocionante. Nos mostró material, nos explicó como armonizaba, improvisó solo y acompañado por algunos profesores de la escuela y compuso un tema que dedicó a la escuela. Y todo eso fue grabado por Omar Amendolara que oficiaba de sonidista para la ocasión. Días después me pasó una copia de los cassettes para que los baje a cd.
Yo no sé si hay mucha gente que tenga este material. No tiene muy buena calidad. Pero es Hermeto, fresquito. De entrecasa.
Lo pongo a disposición de todos, para que no se pierda, para que aquellos que estuvieron tengan el souvenir y los que no, lo sumen a su colección, pero, especialmente, para aclarar que la próxima compra de material tecnológico de punta que haga no va a ser plata tirada si no una inversión para el futuro cultural del mundo.
Lorsque j'étais petit et tombais malade, ma mère m'achetait toujours des bandes dessinées et des livres pour me passer le temps quand je ne pouvais pas sortir du lit.
C'est ainsi qu'est arrivé entre mes mains ce livre intitulé "L'Ère de la Communication". Livre facile à lire pour un enfant assoiffé d'information. À l'intérieur de sa couverture rigide, comportant plus d'illustrations que de textes, il racontait un peu l'histoire des modes de communication et leurs fonctionnements. Depuis le début jusqu'à cette époque-là. Et dans le dernier chapitre, ce qui attirait le plus mon attention, une vision du futur : le dessin d'une personne assise sur un fauteuil design parlant avec une autre personne - qui se trouvait dans une autre partie du monde - à travers un écran. Comme dans les films de science-fiction. Et nous, nous n'avions pas encore le téléphone à la maison.
Au cours des années 1982 et 1983, les choses allaient changer radicalement. L'Argentine allait se rendre après une guerre stupide dans laquelle allaient mourir un tas de gamins de 18 ans, la dictature militaire se verrait obligée de donner l'ordre de se retirer, la sélection nationale allait être disqualifiée dans la coupe du monde d'Espagne, et à la maison, le téléphone allait arriver.
Puis la démocratie, le secondaire. Et je me retrouve chez le "Tanito" Bevacqua, face à un Commodore 128, à jouer à des jeux vidéo. Saisissant le joystick avec la plus grande délicatesse, comme si c'était du papier de riz. Cette première expérience en face à face avec la technologie dura cinq minutes. Après que la machine m'eut dit Game Over, je n'ai pas voulu rejouer. J'avais très peur de la péter. Et ces choses-là coûtaient très cher.
De retour à la maison, pendant un repas, j'ai lancé que le "Tano" avait un Commodore. Je n'ai pas reçu le moindre commentaire à ce propos. Comme si je n'avais pas parlé. C'était évident. Nous venions tout juste de changer la télévision noir et blanc pour une en couleurs. Nous n'étions pas en mesure de poursuivre la modernisation du foyer.
L'enseignement public essayait de combler ce trou dans notre savoir, d'apporter une solution à cette ignorance technologique, en nous dispensant un cours obligatoire de mécanographie. Deux heures par semaine, nous étions 35 adolescents argentins à lutter pour atteindre la vitesse de 60 mots à la minute contre des machines à écrire Remington, version bêta, probablement apportées par Sarmiento lorsqu'il fut président de l'Argentine dans les années 1860.
Nous savions tous très bien que de l'autre côté de la porte, là-bas, dans le monde réel, il y avait le présent : les machines à écrire électriques, les IBM, les Atari.
C'est au début des années 90 que j'ai réussi à établir un contact plus fluide avec les ordinateurs. J'étudiais à la faculté de Sciences Économiques pour devenir expert-comptable. Un cursus horrible pour faire un travail horrible pour le restant de sa vie, avec lequel on était supposés bien se remplir les poches. Des milliers d'étudiants qui se crevaient les yeux dans un but si noble. Tous voulant être compétitifs pour entrer sur le marché du travail régi par les nouvelles politiques néolibérales imposées dans le pays. Mais pour cela, il fallait s'actualiser. Et s'actualiser, c'était savoir utiliser un ordinateur. Dans cet objectif, mais plus par grande curiosité, je me suis inscrit aux cours donnés par le Centre des Étudiants de l'université (syndicats d'étudiants aux grands pouvoirs politique et économique).
Le premier : DOS. Le second : bases du Lotus.
Comme je n'avais pas de PC à la maison, j'ai soudain arrêté mon alphabétisation cybernétique, car je n'avais pas de moyen de travailler ce nouveau langage. Et puis, j'avais rien pigé au Lotus. Ni à son fonctionnement, ni au pourquoi de son fonctionnement. De plus, la dernière année, alors que j'étais en cours de Droit du Travail ou d'Impôts I, au lieu de prendre des notes je faisais mes exercices d'harmonie. Ça n'avait aucun sens de continuer.
J'ai déménagé mes inquiétudes étudiantes à la Escuela de Música Popular de Avellaneda. Au début, il y eut une pause. Je me souciais plus de bien mettre mes doigts sur la guitare que sur le clavier d'un PC. À part un rapprochement pour lorgner quelque pédalier d'effets, ma vie se déroulait entre cordes, portées, crayons, cassettes et photocopies de livres de musique. Ce qu'on appelle : analogique.
Plus tard, Claudio Ceccoli m'a passé un AT avec moniteur couleur ambre, Windows 3.1, disque dur de 20 MB, lecteur disquette floppy 5,25" et Cakewalk primitif.
Cette vieille machine fut le début de ma perdition pour tous ces types d'appareils. C'est sur cela que j'ai composé, écrit et écouté, avec un son 8 bits horripilant, "Irresponsabilidad ilimitada".
Puis, en me faisant prêter de l'argent, j'ai acheté un Pentium II avec Windows 95, moniteur couleur, possibilité d'enregistrer de l'audio avec la carte son Sound Blaster et graveur de CD. J'étais le plus moderne du quartier. Cakewalk, Soundforge et Cool Edit Pro étaient les icônes maîtres sur le bureau.
Avec Agustín Ronconi, nous avons édité le premier disque d'Arbolito. Jorge Retamoza a débarqué à la maison avec une cassette de vieux enregistrements de Rovira pour les mettre sur CD. Mon grand ami Fernando "Perro" Giardini enregistra sur un MiniDisc son disque soliste de guitare, que nous avons ensuite édité et dupliqué chez moi. Le "Pilu" Camacho faisait ses compilations de bases de thèmes sur CD pour travailler.
Et puis tout le reste est arrivé : Windows 98, USB, Firewire, Mac, etc., etc., etc.
Mais de cette première étape, j'ai le souvenir de cette fois où Hermeto Pascoal a visité l'école de musique. Pour nous tous qui étions présents, cette heure passée avec un des plus grands musiciens de l'histoire fut émouvante. Il nous a montré du matériel, nous a expliqué comment il harmonisait, a improvisé seul, accompagné par certains professeurs de l'école et a composé un thème dédié à l'école. Tout ceci fut enregistré par Omar Amendolara, qui faisait office de sonorisateur pour l'occasion. Quelques jours plus tard, il m'a donné une copie des cassettes pour que je les mette sur CD.
Je ne sais pas si beaucoup de personnes ont ce matériel. Il n'est pas de très bonne qualité audio. Mais c'est Hermeto, tout frais. Comme à la maison.
Je le mets à disposition de tous, pour qu'il ne se perde pas, pour que ceux qui étaient présents aient un souvenir et que les autres l'ajoutent à leur collection, mais, spécialement, pour clarifier le fait que le prochain achat de matériel technologique de pointe que je ferai ne sera pas de l'argent dilapidé, mais un investissement pour l'avenir culturel du monde.

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Existe un solo lugar en el mundo donde el humano se nutre, se reconoce, se experimenta, desarrolla su intelecto, limpia su ser interior y exterior y expresa su sentimiento hacia el mundo dejando una marca, un producto que vaya a saber uno a qué lugares puede arribar. Un lugar de recogimiento. Un santuario.
Ese lugar, damas y caballeros, no es otro que: el BAÑO.
Yo no voy a extenderme sobre el tema ya que existe una cantidad inmensa de material que se explaya desde los diversos ángulos de los cuales se puede echar una mirada sobre éste habitáculo: literatura, cine, teatro, revistas para adornar su casa, catálogos de Easy, etcétera.
En honor a ese lugar sagrado donde leí los tres tomos de El Señor de los Anillos, doy comienzo a mi serie de carteles para toilettes con este ejemplar diseñado para grandes aeropuertos internacionales:
Il existe un seul lieu au monde où l'humain se nourrit, se reconnaît, s'essaye, développe son intellect, nettoie son être intérieur et extérieur et exprime son sentiment sur le monde en laissant une trace, un produit - allez savoir où ce dernier va terminer. Un lieu de recueillement. Un sanctuaire.
Ce lieu, mesdames et messieurs, n'est autre que : les TOILETTES.
Je ne vais pas m'étendre sur le sujet car il existe déjà une immense quantité de matériel qui s'épand depuis les divers points de vue sous lesquels on peut appréhender ce recoin : littérature, cinéma, théâtre, magazines Art & Décoration, catalogues Ikea, etc.
En honneur à ce lieu sacré où j'ai lu les trois tomes du Seigneur des Anneaux, je commence ma série de panneaux pour toilettes avec cet exemplaire conçu pour les grands aéroports internationaux :

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El "Zurdo" Alvarez me había enviado para que lo remplace en un concierto del Coro de las Américas, dirigido por Damian Sanchez, a realizarse en Mendoza. En esa oportunidad conocí, entre otros, a Pancho Díaz, un pibe joven que con el devenir de los ensayos nos fuimos haciendo amigos, que tocaba flauta, sikus y quena.
La quena es un instrumento pre-colombino. Es decir: anterior a la llegada de los españoles a América. La afinación de la quena en sus inicios era muy diferente a la actual afinación temperada. Cuentan aquellos que tienen diploma de saber que, antes de la llegada de Colón y sus muchachos portadores de la palabra de Dios y la civilización salidos de las cárceles de España, se usaba una escala de siete sonidos, sin semitonos. Como la escala actual pero dividida equitativamente en siete partes. Luego, por la influencia occidental y necesidades estéticas, su afinación fue cambiando para amoldarse a los nuevos instrumentos que fueron apareciendo en su mundo. Especialmente la guitarra, un poco menos el piano.
Aquellos que sienten un poco de resquemor hacia el instrumento dicen que nunca llegó a occidentalizarse completamente, aludiendo a una cierta tendencia de los quenistas a no afinar. Otros, contrariamente, dicen que, al día de hoy, mantiene su originalidad y permanece en su estado primitivo intacto al paso del tiempo. No podemos afirmar si esta opinión es un elogio o va en desmedro del instrumento y sus intérpretes. Actualmente hay infinidad de teorías sobre el instrumento, su historia y su técnica interpretativa, que se niegan y se contradicen unas a las otras. Así como también existen diferentes modelos de instrumentos, cada uno con sus respectivos adeptos y detractores.
En cualesquiera de los casos, felizmente, no hay víctimas fatales que padecer.
Quizás el modelo más utilizado por la gente que yo conocí, es aquel realizado con caña de Puno (Perú), con seis agujeros adelante y uno en la parte posterior, diatónica, en Sol mayor, con una extensión de dos octavas y media; y su primo mayor el quenacho que está en Re mayor. Los semitonos faltantes, los cromáticos, se logran cubriendo, o descubriendo - según como se mire-, la mitad de los agujeritos. Actividad realmente difícil a realizar en su medida justa. Mucho más a grandes velocidades. Y muchísimo más en las octavas superiores.
Pancho tenía la capacidad de tocar en la quena cualquier cosa que se le escribiera. Afinado y con un lindo sonido (Aunque, obviamente, existen opiniones contrarias). Yo tenía material armado y muchas ideas rondando en mi cabeza. Así que decidimos juntarnos para armar un repertorio y salir a tocar. Llenas de sostenidos, modulaciones y arreglos endemoniados, mis composiciones y mis versiones de temas tradicionales empezaron a tomar forma.
Durante los ensayos fuimos tirando ideas para ponerle un nombre al dúo. Entre otras, la que obtuvo la aprobación generalizada, fue: Tata Mandinga.
¿Por qué Tata Mandinga?
Paso a explicar:
Tata es una palabra que en quechua significa padre. Y mandinga se utiliza actualmente como sinónimo de "diablo". Es el nombre del pueblo de África del cual son originarios parte de los esclavos traídos a Latinoamérica. Estos esclavos tenían sus reuniones donde cantaban, danzaban y realizaban sus ritos tradicionales. Actividades que los hombres civilizados veían influenciadas por el maligno. Se creía que el negro africano, como así también el originario americano, poseía a Satanás dentro de su cuerpo. Luego se popularizó decir: "Son cosas de mandinga", para hablar de sucesos que no tienen explicación y culpar a Lucifer.
También, cuando acontecen hechos que salen de la normalidad (nace un hijo negro de padre rubio, desaparece misteriosamente dinero, o cosas por el estilo), se dice que "el diablo anduvo metiendo la cola".
Tata Mandinga, un dúo donde el diablo anduvo metiendo su lápiz en las partituras de los músicos, es en honor a los orígenes pre-colombinos y africanos que hay en la música argentina. Pero ustedes dirán: -Bueno, pero también hay una gran influencia española en la música argentina. Si, es cierto. Pero para eso ya estábamos nosotros: Perez y Díaz.
Algunos, al hacer la traducción directa: Tata Mandinga = Padre Diablo, nos acusaron de ser adoradores del diablo, de realizar magia negra, música anti-cristo, a lo cual respondimos firmemente que eran injurias sin fundamentos, que estában equivocados y completamente en pedo o drogados.
Otros dicen que nos quisimos mofar de la iglesia. Nos acusaron de ateos incorregibles, que ni siquiera fuimos bautizados. Herejes sin escrúpulos. Anti-sociales.
Quizás tengan un poco de razón.
Tata Mandinga duró algunos años y unos cuantos buenos conciertos. Luego, por necesidades económicas y personales, cada uno fue detrás de diferentes oportunidades de trabajo, y el proyecto fue quedando a la deriva hasta esfumarse en el olvido.
Lo último que hicimos juntos fue grabar una composición de Pancho dedicada a una mujer. Actualmente Panchito vive en pareja y es padre. Espero sepa comprender que mi participación en el hecho es ocasional y que la realidad es que "el diablo anduvo metiendo la cola".
Esta semana pongo a disposición de sus finos oídos una selección del material en audio de Tata Mandinga.
Hasta la semana que viene.


Le "Zurdo" Álvarez (Alvarez "le gaucher") m'avait envoyé comme remplaçant pour un concert de la chorale Coro de las Américas, dirigée par Damian Sanchez, qui devait avoir lieu à Mendoza. C'est à cette occasion que j'ai connu, entre autres, Pancho Díaz, jeune homme avec qui, au fur et à mesure des répétitions, je suis devenu ami, et qui joue de la flûte, des sikus et de la quena.
La quena est un instrument qui existait avant Christophe Colomb. C'est-à-dire, avant l'arrivée des Espagnols en Amérique. À ses débuts, l'accord de la quena était très différent de l'accord tempéré actuel. Ceux qui possèdent diplôme de savoir racontent que, avant l'arrivée de Colomb et de ses gars porteurs de la parole de Dieu et de la civilisation tout juste sortis des prisons d'Espagne, on utilisait une gamme de sept sons sans demi-tons. Comme la gamme actuelle, mais divisée en sept parties égales. Ensuite, l'influence occidentale et les besoins esthétiques ont transformé son accord pour l'adapter aux nouveaux instruments qui arrivaient dans ce monde. En particulier la guitare, un peu moins le piano.
Ceux qui sentent un peu de ressentiment pour cet instrument disent qu'il n'est jamais vraiment arrivé à s'occidentaliser, faisant allusion à une certaine tendance des quenistes à ne pas jouer juste. D'autres, au contraire, disent qu'à l'heure actuelle, elle maintient son originalité et demeure dans son état primitif, intacte au passage du temps. Nous ne pouvons dire si cet avis est un éloge ou s'il va au désavantage de l'instrument et de ses interprètes.
Il y a actuellement une infinité de théories sur l'instrument, son histoire et sa technique d'interprétation, qui se nient et se contredisent entre elles. Il existe aussi différents modèles d'instrument, chacun avec ses respectifs adeptes et détracteurs.
Dans tous les cas, heureusement, il n'y a pas de victimes fatales à déplorer.
Le modèle le plus utilisé par les personnes que j'ai connues est peut-être celui construit avec du bambou de Puno (Pérou), comportant six trous devant et un trou derrière, diatonique, en sol majeur, avec une tessiture de deux octaves et demie ; et son grand cousin le quenacho accordé en ré majeur. Les demi-tons chromatiques manquants s'obtiennent en couvrant, ou découvrant - selon le point de vue - la moitié des petits trous. Activité réellement difficile à réaliser dans sa juste mesure. Encore plus à grande vitesse. Et encore beaucoup plus dans les octaves supérieures.
Pancho avait la capacité de jouer à la quena tout ce qu'on pouvait lui écrire. Juste et avec un joli son (mais, évidemment, il existe des avis contraires). J'avais du matériel prêt et beaucoup d'idées qui tournaient dans ma tête. Ainsi, nous avons décidé de nous retrouver pour monter un répertoire et jouer. Pleines de dièses, de modulations et d'arrangements possédés, mes compositions et mes versions de morceaux traditionnels commençaient à prendre forme.
Pendant les répétitions, on lançait des idées pour donner un nom au duo. Parmi ceux proposés, celui qui a obtenu l'approbation générale fut : Tata Mandinga.
Pourquoi Tata Mandinga ?
J'explique :
Tata est un mot quechua qui signifie "père". Et Mandinga s'utilise actuellement comme synonyme de "diable". C'est le nom d'un peuple d'Afrique d'où proviennent des esclaves amenés en Amérique latine. Ceux-ci se réunissaient pour chanter, danser et réaliser leurs rites traditionnels. Activités que les hommes civilisés considéraient comme influencées par le démon. Ils croyaient que les Noirs africains, tout comme les natifs d'Amérique latine, étaient possédés par Satan. Ensuite, il est devenu courant de dire : "ce sont des choses de Mandinga", pour parler d'évènements sans explication et accuser Lucifer.
De même, lorsque des faits sortant de la réalité se produisent (naissance d'un enfant noir de père blond, disparition mystérieuse d'argent ou autres choses dans le style), on dit que "le diable y a mis la queue".
Tata Mandinga, duo pour lequel le diable a mis son crayon dans les partitions des musiciens, rend hommage aux origines précolombiennes et africaines présentes dans la musique argentine. Mais vous direz : - D'accord, mais il y a aussi beaucoup d'influence espagnole dans la musique argentine. - Oui, c'est vrai. Mais pour ça, nous sommes là : Perez et Díaz.
Quelques-uns, traduisant directement Tata Mandinga = Père Diable, nous ont accusés d'être adorateurs du diable, de faire de la magie noire, de la musique antiChrist, ce à quoi nous avons répondu fermement que c'était des injures sans fondement, qu'ils se trompaient et étaient complètement bourrés ou drogués.
D'autres ont dit que nous avons voulu nous moquer de l'Église. Ils nous ont accusés d'athées incorrigibles, même pas baptisés. D'hérétiques sans scrupules. D'antisociaux.
Ils ont peut-être un peu raison.
Tata Mandinga a duré quelques années et quelques bons concerts. Puis, pour des raisons économiques et personnelles, chacun a suivi différentes aubaines de travail et le projet est parti à la dérive, jusqu'à s'évanouir dans l'oubli.
La dernière chose que nous avons faite, ce fut d'enregistrer une composition de Pancho dédiée à une femme. Aujourd'hui, Pancho vit en couple et est papa. J'espère qu'il saura comprendre que ma participation au fait fut accidentelle et qu'en réalité, c'est que "le diable y a mis la queue".
Cette semaine, je mets à la disposition de vos fines oreilles une sélection du matériel audio de Tata Mandinga.
À la semaine prochaine.


"La Casa de Santa Fe en Paris" 
Association culturelle à but non lucratif (loi 1901)  présente
Vendredi 18 janvier 2013 à 21h :
Maison de l' Amérique Latine
217 Bd St GermainParis 7è métro Solférino
"L' Argentine en Musiques"
Un Concert du
"Trio Taquetepa"
Marie Crouzeix (Flûtes et percussion)
Daniel Perez (Guitare et bandonéon)
Fabrice Gouterot (Contrebasse)
Le trio Taquetepa présentera principalement le répertoire de son second album, enregistré courant du mois de janvier, ainsi que des thèmes issus de son premier CD, " Au Taquet !!! ", sorti en 2009 à Buenos Aires.Ce trio acoustique de musique populaire contemporaine interprète les compositions de Daniel Perez (guitariste et bandonéoniste du trio), inspirées de la musique folklorique argentine et de la musique du Rio de la Plata.

Taquetepa, né d'une rencontre musicale en Argentine, est formé de Daniel Perez à la guitare et au bandonéon (ex guitariste de Jaime Torres, Grupo Vocal Argentino, La Negra Chagra, Las minas del Tango Reo, Laura Peralta, etc.) et de deux auvergnats plongés depuis de nombreuses années dans la musique du continent sud-américain : Marie Crouzeix aux diverses flûtes (traversière, basse, quena, quenacho) et Fabrice Goutérot à la contrebasse.Vous pouvez les écouter et les voir sur leur site http://www.taquetepa.blogspot.fr/
  PARTICIPATION aux FRAIS: 10 Euros/ Tarif réduit: membres, étudiants, chômeurs: 5 E. 
  RESERVATIONS INDISPENSABLES : par mail: casasantafeparis@yahoo.fr
ou par téléphone au 01 45 72 09 08

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Era invierno u otoño, no me acuerdo bien. Pero sí me acuerdo que aunque hacía frío, esa mañana, paseando por Place de Jaude, el sol pegaba lindo, calentaba los huesos y me ponía de buen humor (Sí, ya sé: algo raro).
Abrazados con Marie, pensando en nada y charlando de incongruencias poco importantes al devenir del universo, fuimos interrumpidos por una señora que le dirigió la palabra sorpresivamente a Marie.
Época en la que entendía mucho menos que ahora el francés, luego de responder a los saludos con una sonrisa, un "ça va" o un "bonjour", cuando la conversación comenzaba a transformarse en chino básico para mí, mi ser entraba en un estado de errar estéreo . Por un lado mi mente partía a recuerdos lejanos o a pensamientos dignos de una borrachera mientras que por el otro mis ojos escudriñaban curiosos la ciudad y su gente. De vez en cuando, al sentir que me dirigían la palabra, asentía con la cabeza sonrientemente sin emitir sonido alguno mientras miraba a Marie de reojo para que me enviara alguna señal indicándome si tenía que continuar afirmando o si debía negar.
Esa vez no fue una excepción. Bonjour y sonrisa de protocolo y empezar el divague con la carita en dirección al sol como para no perder mi "Tostado Buenos Aires".
Hasta que me presentan a un caballero que estaba junto a la señora. Un coterráneo. ¿Otro argentino perdido en Clermont-Ferrand? No. Algo más raro: un guitarrista argentino de gira por la Auvergne.
Preguntas de rigor: ¿por qué estás acá? ¿qué hacés? ¿te pensás quedar? y otras del estilo que nos hicimos uno al otro. En un momento hablamos de Jorge Santos, mi profesor de guitarra, que él también conocía y después, no se cómo, derivó en que yo componía y que él quería que le pase material porque busca cosas nuevas para su repertorio. Obviamente no tenía nada escrito de mis composiciones para guitarra en ese momento, pero que lo iba a hacer y que se lo enviaba por correo electrónico apenas lo terminara. Así que intercambiamos mails, nos deseamos mucha suerte y cada cual siguió su camino.
En otra ocasión, charlando con mi amigo Norberto Pedreira, excelente guitarrista, compositor y docente con gran capacidad de paciencia, él me dijo: "tendríamos que empezar a escribir los temas así los editamos, ¿no?", con ese claro tono de "ponete las pilas, pibe". Frase que repitió en varias oportunidades en nuestras charlas frente a frente, por teléfono y hasta por Skype.
Más de una vez he cruzado a Marie-Thérèse - la señora que otrora nos había interrumpido - por las callecitas de Clermont-Ferrand y en todas amablemente insistió: "Todavía no le mandaste lo que le prometiste".
Es verdad. No he hecho honor a la gente que se interesa por mi trabajo. Justamente yo que me quejo todo el tiempo del mundo y su indiferencia.
Pero hoy voy a saldar esta deuda. Hoy, en el Espace Perecito, comienzo a hacer entrega de las partituras para guitarra de las canciones que forman parte de mi primer disco solista.
Dedicada a Marie-Thérèse, a Norberto Pedreira y especialmente a Alberto Morelli - el guitarrista que encontré aquella mañana bajo el sol acariciador de Clermont-Ferrand, que me lo imagino revisando su correo todos los días, cada cinco minutos, esperando encontrar un mail mío -, la primera de esta serie: Tata Mandinga. Chacarera trunca compuesta en el año 1994 y que el origen de su título develaré la semana próxima.

*Para escuchar el tema, pegarse una vuelta por la sección "Musiques et vidéos".
 
 

 
 

 
 
C'était l'hiver ou l'automne, je ne sais plus bien. Mais je me souviens que bien qu'il faisait froid ce matin-là, alors que nous nous promenions place de Jaude, le soleil était bon, il réchauffait les os et me mettait de bonne humeur (Oui, je sais : chose bizarre).
Avec Marie, bras dessus-dessous, sans penser à rien et parlant de futilités peu importantes pour le devenir de l'univers, nous fûmes interrompus par une dame qui adressa la parole à Marie par surprise.
À cette époque où je comprenais beaucoup moins le français que maintenant, après mes réponses aux salutations par un sourire, un "ça va" ou un "bonjour", lorsque la conversation commençait à devenir pour moi du chinois, mon être entrait dans un état d'errance stéréo. D'un côté, mon esprit partait vers des souvenirs lointains ou des pensées dignes d'une cuite, tandis que de l'autre, mes yeux scrutaient, curieux, la ville et ses gens. De temps en temps, sentant qu'on m'adressait la parole, j'acquiesçais en souriant d'un signe de tête, sans émettre de son, tout en regardant Marie du coin de l'œil pour recevoir un signal m'indiquant si je devais continuer à acquiescer ou au contraire nier.
Cette fois-là, ce ne fut pas une exception. Un bonjour et un sourire protocolaires, puis entreprendre la divagation le visage tourné vers le soleil, pour ne pas perdre mon "Hâle Buenos Aires".
Jusqu'à ce qu'on me présente un monsieur qui accompagnait cette dame. Un compatriote. Un autre argentin perdu à Clermont-Ferrand ? Non. Encore plus bizarre : un guitariste argentin en tournée en Auvergne. Questions de rigueur : Pourquoi es-tu ici ? Que fais-tu ? Tu as l'intention de rester ? Et d'autres dans le même style, que nous nous sommes posées l'un l'autre. À un moment donné, nous en sommes arrivés à parler de Jorge Santos, mon professeur de guitare, qu'il connaissait aussi puis, je ne sais comment, la conversation dériva sur le fait que je composais et que lui voulait que je lui fasse passer du matériel, car il cherchait de nouvelles choses pour son répertoire. Évidemment, je n'avais à ce moment-là écrit aucune de mes compositions pour guitare, mais j'allais le faire et lui envoyer cela par mail dès que je l'aurai fait. Nous avons donc échangé nos adresses mail, nous sommes souhaité bonne chance et chacun a repris son chemin.
Lors d'une autre occasion, discutant avec mon ami Norberto Pedreira, excellent guitariste, compositeur et professeur pourvu d'une grande patience, celui-ci me dit : "on devrait commencer à écrire les morceaux, comme ça on pourrait les éditer, non ?" avec ce ton clair de "bouge-toi les fesses, p'tit gars". Phrase qu'il a répétée maintes fois lors de nos conversations en face à face, par téléphone et même par Skype.
J'ai croisé Marie-Thérèse plus d'une fois - cette dame qui nous avait autrefois interrompus - dans les ruelles de Clermont-Ferrand et chaque fois, elle insista aimablement : "Tu ne lui as toujours pas envoyé ce que tu lui as promis". C'est vrai. Je n'ai pas fait honneur aux personnes qui s'intéressent à mon travail. Justement moi qui me plains tout le temps du monde et de son indifférence. Mais aujourd'hui, je vais solder cette dette. Aujourd'hui, dans l'Espace Perecito, je commence à livrer les partitions pour guitare des morceaux qui font partie de mon premier disque soliste.
Dédiée à Marie-Thérèse, à Norberto Pedreira et tout spécialement à Alberto Morelli - le guitariste rencontré ce matin-là sous le soleil cajoleur de Clermont-Ferrand, que j'imagine consulter sa boîte mail tous les jours, toutes les 5 minutes, espérant trouver un mail de moi - la première de cette série : Tata Mandinga. Chacarera trunca composée en 1994, dont l'origine du titre sera dévoilée la semaine prochaine.

*Pour écouter le morceau, faites un tour dans la rubrique "Musiques et vidéos".

Espace Perecito



Damas y caballeros,

Hoy, en este día memorable, voy a dar por inaugurada esta sección del Blog de Taquetepa, que he intitulado: Espace Perecito.
Aquí, en este espacio cibernético que me ofrece la vertiginosa tecnología de la comunicación digital, durante el transcurrir de todo el año 2013, cada semana, rutinariamente y sin excusas que valgan para no cumplir con mi promesa, voy a hacerles entrega de textos en los cuales encontrarán, cuál esposo que llega a su hogar de su trabajo antes de lo previsto y descubre a su mujer en el lecho conyugal junto a un equipo de rugbymen, las más variadas expresiones artísticas que divagan anárquicamente por mi ser - y me permito gratuitamente utilizar este concepto otorgando quizás, a mis expresiones, un valor del cual carecen -.
Ustedes se preguntarán: - quizás los más curiosos, quizás aquellos que no tienen ninguna obligación que realizar inmediatamente - qué motivo incita esta extravagante idea de querer poner en palabras algo que resulta completamente insustancial a la totalidad de la población mundial y, por qué quedarnos en chiquitas, también extramundial.
Y, sí. Conozco la enfermedad que sufre la red de redes: plena de blogs que no tienen razón de ser. Y yo, mis queridos internautas, no quiero quedar fuera de semejante empresa.
Sé de la invasión de blogs que hablan de los más variados temas. Desde la física cuántica hasta los chismes más insulsos de la farándula. Pero bien ustedes se percatan de la realidad: ninguno ha dedicado ni una sola línea al servidor que les escribe impetuosamente en este momento. Y esa es una afrenta que no puede dejar pasar una persona de mi exposición social.
No se escapa a mi entendimiento que va a ser un trabajo enorme. Fatigante. Que va a consumir muchas de mis horas que dedico a recorrer la web sin ton ni son. Sin sentido alguno por Leboncoin, por Ebay, por Google Readers.
No me es ajeno que tendré que reducir mis visitas al baño para leer Orsai o Siné mensuel al mínimo.
También estoy al tanto que las posibilidades de éxito que favorecen a este espacio del blog son nulas. Que a nadie le va a interesar en lo más mínimo. Al que nadie va a ingresar.
Puedo asegurar, firmemente y sin miedo de cometer equívocos, que esta faraónica tarea no va a dar absolutamente ningún beneficio y que va a ser completamente en vano.
Pero no nos vamos a dejar excluir de esta fiesta banal, porque sí. No vamos a bajar los brazos. ¡No, señor!
Vamos a sumar anécdotas triviales a este mar infinito de informaciones inútiles.
Vamos a insertar sucesos irrelevantes dentro de esta interconexión de redes informáticas.
Damas y caballeros, es inexorable nuestra participación a agrandar la confusión general.

He aquí las reglas del Espace Perecito:

- Serán 52 presentaciones. Una por semana durante todo el 2013 y empezamos a contar a partir de ahora.
- Serán bilingües: español y francés.
- La temática será variable. Partituras, música, relatos, dibujos, y un larguísimo etcétera.
- Sobre todo lo que afirme acá, estoy y estaré completamente en desacuerdo. Todo será producto de mi irresponsabilidad.
- Prometo al señor Nicolas Duracka, que de lo presentado en este espacio, a fin de año, previa selección democrática entre la señora Marie Crouzeix, el señor Fabrice Gouterot, el señor Nicolas Duracka y yo, haremos una publicación en libro de cartón editada por la editorial Cephisa Cartonera.

Sin nada más que agregar,

mis estimados,

bienvenidos.
Mesdames et messieurs,

Aujourd'hui, en ce jour mémorable, je vais inaugurer cette section du Blog de Taquetepa, que j'ai intitulée : Espace Perecito.
Ici, dans cet espace cybernétique que m'offre la technologie vertigineuse de la communication digitale, tout au long de l'année 2013, chaque semaine, de manière routinière et sans excuse valable pour ne pas tenir ma promesse, je vais vous remettre des textes dans lesquels vous trouverez, tel un mari arrivant chez lui plus tôt que prévu et découvrant sa femme dans le lit matrimonial avec une équipe de rugbymen, les expressions artistiques les plus variées qui errent anarchiquement à travers mon être - et je me permets d'utiliser gratuitement ce concept en attribuant peut-être à mes expressions une valeur qu'elles n'ont pas-.
Vous vous demanderez : - peut-être les plus curieux, peut-être ceux qui n'ont aucune obligation à honorer immédiatement - quelle raison incite cette idée extravagante de vouloir mettre en mots quelque chose qui résulte complètement creux pour la totalité de la population mondiale et, pourquoi voir petit, aussi extramondiale.
Eh oui. Je connais la maladie dont souffre le réseau des réseaux : plein de blogs qui n'ont pas de raison d'être. Et moi, chers internautes, je ne veux pas rester en dehors de semblable entreprise.
Je connais l'invasion de blogs qui parlent des sujets les plus variés. Depuis la physique quantique jusqu'aux commérages les plus insipides sur les people. Mais vous vous rendez bien compte de la réalité : aucun d'eux n'a consacré ni même une ligne au serviteur qui vous écrit impétueusement en ce moment. Et ceci est un affront qu'une personne de mon exposition sociale ne peut pas laisser passer.
Il n'échappe pas à mon entendement que cela va être un travail énorme. Fatigant. Qu'il va consommer beaucoup de mes heures que je consacre à parcourir le web sans rime ni raison. Leboncoin, Ebay et Google Readers sans aucun sens.
Il ne m'est pas étranger que je devrai réduire au minimum mes visites aux toilettes pour lire Orsai ou Siné Mensuel.
Je suis aussi au courant que les possibilités de succès favorisant cet espace du blog sont nulles. Que personne ne va être intéressé le moins du monde. Que personne ne va y entrer.
Je peux assurer, fermement et sans peur de commettre des erreurs, que cette tâche pharaonique ne va générer absolument aucun bénéfice et qu'elle va être complètement en vain.
Mais nous n'allons pas nous laisser exclure de cette fête banale, juste parce que. Nous ne baisserons pas les bras. Non, monsieur !
Nous allons ajouter des anecdotes triviales à cette mer infinie d'informations inutiles.
Nous allons insérer des événements insignifiants dans cette interconnexion de réseaux informatiques.
Mesdames et messieurs, notre participation à agrandir la confusion générale est inexorable.

Voici les règles de l'Espace Perecito :

- Ce seront 52 présentations. Une par semaine pendant toute l'année 2013 et nous commençons à compter à partir de maintenant.
- Elles seront bilingues : en espagnol et français.
- La thématique sera variable. Partitions, musique, récits, dessins et j'en passe.
- Sur tout ce que je vais écrire ici, je suis et je serai en complet désaccord. Tout sera produit de mon irresponsabilité.
- Je promets à Monsieur Nicolas Duracka qu'avec ce qui sera présenté dans cet espace, à la fin de l'année et après sélection démocratique préalable entre Madame Marie Crouzeix, Monsieur Fabrice Gouterot, Monsieur Nicolas Duracka et moi, nous ferons une publication en livre de carton édité par la maison d'édition Cephisa Cartonera.

Sans rien de plus à ajouter,

mes très chers,

bienvenue.